Foto: Cortesía ARGOS/Educa Madrid |
El
xeroderma pigmentoso es una enfermedad genética de la piel caracterizada por
una sensibilidad extrema a la luz solar.
Este
padecimiento produce diversas complicaciones en las zonas expuestas a los rayos
solares como cáncer y pre cáncer de la piel, debido a una alteración genética
en donde las células sufren daño en su ADN por efecto de la radiación del sol.
“El
padecimiento se caracteriza por daño solar extremo en las partes expuestas,
inicia dentro del primer año de vida y es heredada por los padres. Es autosómica
recesiva, lo que quiere decir que se va a heredar saltando generaciones. Cada
vez que se embarace una mujer con el gen afectado, existe el 25 por ciento de
posibilidades de que su hijo pueda padecerlo”, informó el jefe de consulta externa
del Instituto Dermatológico de Jalisco, Dr. José Barba Rubio, Alejandro García
Vargas.
La
enfermedad se manifiesta desde los primeros meses de vida mediante manchas oscuras
en áreas expuestas al sol. “Esas manchas oscuras, generalmente se ven en
personas de 40 o 50 años, como son las famosas florecitas de la edad, que
aparecen en las manos y ellos a esa edad tan temprana ya lo tienen”, señaló el
especialista.
Dentro
de las alteraciones oftalmológicas además de la fotofobia y la conjuntivitis, se han reportado en orden
descendente: discromía (trastorno en la pigmentación de la piel) y párpados en
el 100 por ciento de casos, además de atrofia del párpado inferior y pérdida de
las pestañas, despigmentación del iris, papilomas palpebrales, alteraciones
cornéales en el 17 por ciento de los pacientes, incluyendo displasia y cicatriz
corneal, despigmentación de la conjuntiva, entre otras.
A
partir de ahí, comienzan a aparecer algunas lesiones pre cancerosas como la
queratosis (lesiones ásperas en la piel), mismas que después de algunos meses evolucionan
a cáncer en la piel.
Agregó
García Vargas que el cáncer en la piel puede aparecer en edades muy tempranas
como a los cuatro o cinco años, asimismo pueden presentarse cataratas o
carnosidades en los ojos por el sol.
Es
importante el uso de fotoprotección con filtros solares que sean de muy buena
calidad y que proteja para los rayos ultra violetas del tipo A y B, así como
evitar exponerse al sol para evitar posibles complicaciones
Recomendaciones
- El diagnóstico temprano es indispensable.
- Fotoprotección estricta.
- Valoración genética.
- Orientación y educación a los familiares.
- Revisiones dermatológicas periódicas (cada tres
a seis meses) para identificar carcinomas.
- Evaluación oftalmológica para la detección
temprana de malignidades y alteraciones oculares.
- Psicoterapia familiar.
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