Especialistas de Global Glaucoma Institute
Occidente exhortan a identificar factores de riesgo y realizar valoraciones
tempranas
Estimaciones ubican el número total de casos
sospechados de glaucoma en casi 70 millones en todo el mundo.
El
glaucoma, enfermedad silenciosa que en no pocas ocasiones afecta
considerablemente la calidad visual de las personas portadoras, se produce por
un aumento de la presión intraocular, generada por falta de drenaje del humor
acuoso. La hipertensión intraocular referida, produce lesiones en el nervio
óptico generando problemas en la visión, que de no corregirse a tiempo, puede
llegar hasta la ceguera, advirtió José Antonio Paczka Zapata Director de Global
Glaucoma Institute Occidente.
“El
Glaucoma, si no se detecta a tiempo, puede afectar al nervio óptico produciendo
un deterioro progresivo del campo visual y una disminución considerable de la
visión”, puntualizó.
El
especialista destacó que los adultos mayores de 60 años, quienes tienen
familiares directos con glaucoma, los pacientes diabéticos, hipertensos y las
personas con miopía (dificultad para ver de lejos) tienen un riesgo
sustancialmente mayor de padecer glaucoma.
"En
general, tenemos un riesgo de alrededor de un 2.3% de padecer glaucoma
cuando se tienen al menos 40 años de edad, triplicándose esta cifra a partir de
los 70 años. Por otro lado, los parientes de primer grado de un paciente
con glaucoma, tienen un riesgo de hasta 8-10 veces mayor de padecer la
enfermedad, de ahí que desde Global Glaucoma Institute Occidente, hacemos un
exhorto para que todas aquellas personas que identifiquen factores de riesgo,
acudan a una valoración temprana, ya que con alguna frecuencia, la enfermedad
es identificada en fase avanzada".
El
también integrante de la Asociación de Glaucoma de Occidente recordó que la
tensión normal del ojo es de 7 a 20 mm de mercurio. “El aumento de la presión
intraocular ocurre cuando el humor acuoso no fluye correctamente hacia el
exterior del ojo, acumulándose dentro de la cámara anterior ocular; esta
obstrucción produce un aumento de la presión intraocular y consecuentemente, un
daño progresivo e irreversible (pero controlable con el tratamiento adecuado)
al nervio óptico”.
*
Pérdida de visión lateral o periférica
* Dolor en el ojo
* Dolor de cabeza
* Visión borrosa
* Visión de halos tipo arco iris
* Náuseas y vómitos
* Ceguera
* Dolor en el ojo
* Dolor de cabeza
* Visión borrosa
* Visión de halos tipo arco iris
* Náuseas y vómitos
* Ceguera
Por lo anterior, si se es adulto mayor (especialmente, a partir de los
60 años), tiene algún familiar cercano con el padecimiento, o se identifican
uno o más síntomas, es recomendable acudir para una valoración de diagnóstico,
que de realizarse a tiempo, el pronóstico puede ser mucho más alentador.
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