El agente de la Policía Vial Óseas Pérez Mendoza, de
la zona 5 Sur- Poniente utilizó sus conocimientos de primeros
auxilios para salvar la vida de un menor
a punto de ahogamiento.
A bordo de su unidad V-500 circulando por el cruce de
López Mateos y avenida de Las Rosas, el oficial fue llamado de urgencia, por
la señora Aneth Cuevas de 38 años,
vecina de Ciudad del Sol, quien se encontraba alarmada, por el atragantamiento
de su hijo Alejandro de 2 años.
La angustiada madre narró que el menor comía frituras
de maíz cuando una de las golosinas le obstruyo la garganta impidiéndole la
respiración, provocándole desmayo.
De inmediato el policía vial Pérez Mendoza tomó al
infante y le realizó las maniobras de compresión toráxica (RCP), logrando que
arrojara la fritura.
Escoltados por la patrulla de Movilidad la mujer y el menor se trasladaron en su
vehículo Toyota al hospital más cercano ubicado en Niño Obrero y Tepeyac, donde
fueron atendidos por el médico de guardia quien diagnosticó crisis convulsiva por
obstrucción de la garganta.
El niño Alejandro al encontrarse estable y solo con
dolores leves fue dado de alta, por lo que el episodio concluyó sin mayores
daños que lamentar.
La Secretaría de Movilidad planea otorgar un
reconocimiento al policía vial Óseas Pérez Mendoza, por su oportuno acto de
servicio en favor de la comunidad.
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