martes, 12 de julio de 2016

Glaucoma, importante causa de ceguera en adultos mayores

Especialistas de Global Glaucoma Institute Occidente exhortan a identificar factores de riesgo y realizar valoraciones tempranas
Estimaciones ubican el número total de casos sospechados de glaucoma en casi 70 millones en todo el mundo.

El glaucoma, enfermedad silenciosa que en no pocas ocasiones afecta considerablemente la calidad visual de las personas portadoras, se produce por un aumento de la presión intraocular, generada por falta de drenaje del humor acuoso. La hipertensión intraocular referida, produce lesiones en el nervio óptico generando problemas en la visión, que de no corregirse a tiempo, puede llegar hasta la ceguera, advirtió José Antonio Paczka Zapata Director de Global Glaucoma Institute Occidente.
 “El Glaucoma, si no se detecta a tiempo, puede afectar al nervio óptico produciendo un deterioro progresivo del campo visual y una disminución considerable de la visión”, puntualizó.
El especialista destacó que los adultos mayores de 60 años, quienes tienen familiares directos con glaucoma, los pacientes diabéticos, hipertensos y las personas con miopía (dificultad para ver de lejos) tienen un riesgo sustancialmente mayor de padecer glaucoma. 
"En general,  tenemos un riesgo de alrededor de un 2.3% de padecer glaucoma cuando se tienen al menos 40 años de edad, triplicándose esta cifra a partir de los 70 años.  Por otro lado, los parientes de primer grado de un paciente con glaucoma, tienen un riesgo de hasta 8-10  veces mayor de padecer la enfermedad, de ahí que desde Global Glaucoma Institute Occidente, hacemos un exhorto para que todas aquellas personas que identifiquen factores de riesgo, acudan a una valoración temprana, ya que con alguna frecuencia, la enfermedad es identificada en fase avanzada".

El también integrante de la Asociación de Glaucoma de Occidente recordó que la tensión normal del ojo es de 7 a 20 mm de mercurio. “El aumento de la presión intraocular ocurre cuando el humor acuoso no fluye correctamente hacia el exterior del ojo, acumulándose dentro de la cámara anterior ocular; esta obstrucción produce un aumento de la presión intraocular y consecuentemente, un daño progresivo e irreversible (pero controlable con el tratamiento adecuado) al nervio óptico”.

Si bien, en la mayoría de las ocasiones los síntomas pueden no ser percibidos debido a la naturaleza usualmente, silenciosa de la enfermedad, Paczka Zapata informó que entre algunos síntomas se destacan:

* Pérdida de visión lateral o periférica
* Dolor en el ojo
* Dolor de cabeza
* Visión borrosa
* Visión de halos tipo arco iris
* Náuseas y vómitos
* Ceguera 

Por lo anterior, si se es adulto mayor (especialmente, a partir de los 60 años), tiene algún familiar cercano con el padecimiento, o se identifican uno o más síntomas, es recomendable acudir para una valoración de diagnóstico, que de realizarse a tiempo, el pronóstico puede ser mucho más alentador.

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